Desinfecciones
Microorganismos que contaminan determinadas superficies o ambientes.
¿Por qué es la desinfección tan importante?
Al reducir la carga de organismos patógenos en el ambiente disminuye el riesgo de enfermedad.
Los desinfectantes son los agentes químicos que pueden matar a los organismos patógenos al contacto. Limpiando el lugar con anterioridad a la desinfección expone a los organismos patógenos al desinfectante.
Los microorganismos trasmitidos por estos vectores son causantes de muchas enfermedades (hongos, virus y/o bacterias), la desinfección consiste en reducir, hasta un nivel aceptable, la cantidad de microorganismos presentes en las superficies, con el fin de conseguir que no sean nocivos. Para ello se emplean productos químicos desinfectantes, y en su elección (Iodóforos, Amonios cuaternarios, etc.). Se tendrán en cuenta factores el tipo de microorganismos a eliminar, el tipo de industria, el tipo de superficie, etc.
Los tratamientos de aplicación pueden ser varios, aunque los más empleados son Pulverización y/o Nebulización, que consiste en aplicar el desinfectante en finas gotas (depende del tamaño de la partícula es nebulización o pulverización) sobre la totalidad de la superficie y aseguran así la destrucción de los microorganismos.
La acción mortal de los desinfectantes para diversos organismos patógenos (virus, bacteria, hongos, protozoos) depende de la composición química del desinfectante y de la naturaleza del organismo.
Ningún desinfectante trabaja instantáneamente. Todos requieren una cantidad determinada de tiempo de contacto para ser efectivos.
La temperatura y la concentración de desinfectante influyen en el valor de eliminación de microorganismos.
Se ha de usar siempre la concentración recomendada por el fabricante del desinfectante. Todos los desinfectantes son menos efectivos en presencia de material orgánico, es decir, no se puede desinfectar la suciedad.